En primer lugar, debemos aclarar que la discapacidad es una condición física, mental o sensorial que dificulta la actividad y la participación de una persona en la sociedad. En segundo lugar, debemos tener en cuenta que existen diferentes tipos de discapacidad, como la discapacidad física, mental, intelectual, auditiva, visual y del habla.

En cuanto a la terminología que se debe utilizar para referirse a una persona con discapacidad, la Asociación Española de Terminología Médica (AETM) recomienda el uso de la palabra "persona" para referirse a todas aquellas personas que padecen una discapacidad. No obstante, también se puede utilizar la palabra "sujeto", siempre y cuando se haga referencia a una persona en particular y no a un grupo de personas con discapacidad. En cualquier caso, es importante evitar el uso de términos peyorativos o estigmatizadores, como "deficiente", "anormal", "cojo", "ciego", "sordo", "mudo", etc.

Por último, hay que tener en cuenta que la Constitución Española reconoce el derecho de todas las personas a tener una vida digna. En consecuencia, todas las personas tienen derecho a ser tratadas con respeto y dignidad, independientemente de su condición física, mental o sensorial. En este sentido, la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia establece que todas las personas tienen derecho a ser tratadas con respeto y dignidad, independientemente de su condición física, mental o sensorial. Esta ley también reconoce el derecho de las personas con discapacidad a recibir una atención personalizada que tenga en cuenta sus necesidades específicas.

¿Cómo se le llama ahora a las personas con discapacidad?

La discapacidad es un término que se utiliza para describir una condición física, mental o sensorial que dificulta la interacción o el desempeño de las actividades de la vida diaria. Aunque el término "discapacidad" se utiliza a menudo para describir a las personas con necesidades especiales, también es importante tener en cuenta que la discapacidad no es una condición médica, sino una interacción entre las personas con características físicas o mentales y el ambiente en el que viven. En otras palabras, la discapacidad es una relación, no una característica individual.

La discapacidad también es un término sociológico que se utiliza para describir las barreras que enfrentan las personas con discapacidad en la sociedad. Estas barreras pueden ser físicas, como escaleras sin tapas o aceras sin rampas; attitudinales, como el prejuicio o la falta de comprensión; y/o estructurales, como leyes o políticas que impiden el acceso a la educación, el empleo o la vivienda. A menudo, estas barreras se agravan por la pobreza o el aislamiento social.

En la mayoría de los países, el término "discapacitado" se utiliza para describir a las personas con discapacidad. Sin embargo, en los últimos años se ha puesto cada vez más énfasis en el uso de lenguaje inclusivo para referirse a las personas con discapacidad. Esto significa que se debe evitar el uso de términos que excluyen o estigmatizan a las personas con discapacidad, como "lisiado", "anormal" o "defectuoso". En cambio, se recomienda el uso de términos que resalten la diversidad de la humanidad, como "personas con discapacidad" o "personas con necesidades especiales".

¿Como no referirse a una persona con discapacidad?

Hay muchas formas en las que podemos referirnos a las personas con discapacidad, pero algunas de ellas pueden sonar despectivas o incluso ofensivas. A continuación, te dejamos algunos ejemplos de frases que debemos evitar:

- "Ella es retrasada/a"

- "¿Estás sordo/a o qué?"

- "¿Qué te pasó?"

En lugar de estas frases, podemos usar otras que sean más respetuosas y que no se centren en la discapacidad de la persona:

- "Ella tiene un retraso en el desarrollo"

- "¿No oyes lo que te estoy diciendo?"

- "¿Qué te sucedió?"

¿Cómo dirigirse a las personas con discapacidad?

Discapacidad es un término general que se refiere a una condición física, mental, intelectual o sensorial que dificulta la interacción con el entorno. La discapacidad puede ser temporal o permanente, y el grado de discapacidad varía de persona a persona.

No hay una forma única de dirigirse a las personas con discapacidad. Lo más importante es tratar a todas las personas con respeto y consideración. Algunas personas prefieren que se les llame por su nombre y se les trate como a cualquier otra persona, mientras que otras pueden preferir que se les llame por su título o se les identifique de alguna manera.

Aquí hay algunas pautas generales que pueden ser útiles:

- No asumas nada sobre la discapacidad de una persona. Lo mejor es preguntar cómo podemos ayudar.

- No uses terminología peyorativa para referirte a la discapacidad de una persona.

- No te apresures en ofrecer ayuda, a menos que la persona lo solicite.

- No asumas que todas las personas con discapacidad necesitan o quieren ayuda.

- No te sientas incómodo o avergonzado si cometes un error. Lo más importante es rectificar y seguir adelante.