¿Qué es la gestión administrativa?
La gestión administrativa es una disciplina que se encarga del estudio de las técnicas y métodos necesarios para la correcta planificación, organización, dirección y control de los recursos de una organización. Se trata, en resumen, de una ciencia que estudia la forma más eficiente y eficaz de llevar a cabo las tareas de una empresa o institución.
La gestión administrativa se puede dividir en dos grandes áreas: la gestión de recursos humanos y la gestión de procesos. En el primer caso, se trata de optimizar el uso de los recursos humanos de una organización, es decir, de seleccionar, contratar, capacitar y motivar al personal para que esté en condiciones de realizar su trabajo de la mejor manera posible. En el segundo caso, se trata de estudiar y mejorar los procesos de trabajo de una organización, es decir, de identificar, analizar y mejorar los flujos de trabajo de una empresa para que sean más eficientes y eficaces.
La gestión administrativa es una disciplina muy importante para cualquier organización, ya que permite mejorar la eficiencia y eficacia de sus procesos, lo que se traduce en un mejor aprovechamiento de sus recursos y un mayor rendimiento de sus empleados.
¿Que se entiende por gestión administrativa?
La gestión administrativa se refiere al proceso mediante el cual se planifican, organizan, dirigen y controlan los recursos de una organización con el fin de lograr sus objetivos. En otras palabras, la gestión administrativa es el arte y la ciencia de dirigir y administrar una empresa de manera eficiente y efectiva.
La gestión administrativa se basa en un conjunto de principios y teorías que han sido desarrolladas por los expertos en el área. Estos principios y teorías se han ido perfeccionando con el paso del tiempo para adaptarse a las necesidades cambiantes de las organizaciones.
Algunos de los principios de la gestión administrativa son la división del trabajo, la autoridad y responsabilidad, la jerarquía, la disciplina, la unidad de mando, la unidad de dirección, la centralización y decentralización, la orden, la equidad, la persistencia, la flexibilidad y la eficiencia.
La división del trabajo se refiere a la asignación de tareas específicas a los empleados de acuerdo a sus habilidades y conocimientos. Esto permite que cada empleado se especialice en un área en particular, lo que a su vez aumenta la eficiencia y la productividad de la organización.
La autoridad y responsabilidad se refieren al derecho y la obligación de un empleado de tomar decisiones y llevar a cabo acciones en nombre de la organización. Esto significa que cada empleado debe ser responsable de sus acciones y de los resultados de estas.
La jerarquía se refiere a la forma en que están organizados los empleados en una organización. Esto significa que existe una clara línea de autoridad y una cadena de mando que deben seguirse.
La disciplina se refiere al compromiso de los empleados de cumplir con las reglas y normas de la organización. Esto significa que los empleados deben ser puntuales, ordenados y cumplir con todas las obligaciones que les corresponden.
La unidad de mando se refiere a la obligación de los empleados de obedecer únicamente a una persona. Esto significa que cada empleado debe seguir las instrucciones de su jefe inmediato y no de otras personas.
La unidad de dirección se refiere a la obligación de los empleados de trabajar hacia un objetivo común. Esto significa que todos los empleados deben estar enfocados en el logro de los objetivos de la organización y no en sus propios objetivos personales.
La centralización y decentralización se refieren a la forma en que se toman las decisiones en una organización. En una organización centralizada, las decisiones se toman únicamente por el CEO o el presidente. En una organización decentralizada, las decisiones se toman por un grupo de personas.
La orden se refiere a la necesidad de que los empleados sigan un orden específico al realizar sus tareas. Esto significa que los empleados deben realizar sus tareas en el orden en que se les ha asignado y no de manera aleatoria.
La equidad se refiere a la necesidad de que los empleados sean tratados de manera justa e imparcial. Esto significa que todos los empleados deben tener las mismas oportunidades y no se les debe discriminar por ningún motivo.
La persistencia se refiere a la necesidad de que los empleados sigan trabajando hacia el logro de los objetivos de la organización a pesar de las dificultades. Esto significa que los empleados deben mantenerse motivados y no dejarse vencer por las adversidades.
La flexibilidad se refiere a la capacidad de los empleados de adaptarse a los cambios. Esto significa que los empleados deben estar dispuestos a cambiar de opinión o de enfoque si es necesario.
La eficiencia se refiere a la capacidad de una organización de lograr sus objetivos utilizando los recursos de manera eficiente. Esto significa que la organización debe utilizar los recursos de manera eficiente y no desperdiciarlos.
¿Qué es gestión administrativa y ejemplos?
La gestión administrativa es el proceso mediante el cual se toman decisiones y se llevan a cabo acciones con el fin de lograr los objetivos de una organización. En otras palabras, es el conjunto de actividades necesarias para planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos de una empresa.
Ejemplos de gestión administrativa
La gestión administrativa implica una serie de actividades y tareas, algunas de las cuales se detallan a continuación:
En resumen, podemos decir que la gestión administrativa es un conjunto de acciones encaminadas a lograr los objetivos de una empresa, de manera eficiente y eficaz.