El aprendizaje del idioma inglés se divide en diferentes niveles, los cuales se han establecido según los conocimientos y habilidades que una persona debe dominar para considerarse competente en el uso del lenguaje. Los niveles en inglés son: A1, A2, B1, B2, C1 y C2.

Comenzando por los niveles más bajos, el A1 y A2 son considerados como niveles de principiante. El nivel A1 consta de conocimientos básicos del idioma, con capacidad de comprender frases y expresiones simples, además de poder interactuar en situaciones cotidianas y a un ritmo lento. Por su parte, el nivel A2 permite mayor comprensión de conversaciones cotidianas y la capacidad de expresarse con cierta fluidez en situaciones concretas.

En cambio, el B1 y B2 se consideran niveles intermedios. El nivel B1 permite a una persona interactuar en la mayoría de situaciones de la vida cotidiana, como realizar compras, hacer reservas, dar instrucciones, entre otras. Por su parte, el nivel B2 permite una mayor capacidad de comprensión y expresión en situaciones más específicas y complejas, como seguir discusiones en un contexto académico o profesional.

Por último, los niveles C1 y C2 se consideran como niveles avanzados. El nivel C1 permite una capacidad de comprensión y expresión suficiente para comunicarse en situaciones complejas y sofisticadas, mientras que en el nivel C2 se alcanza un nivel de competencia próximo al hablante nativo.