Un educador social puede optar a una serie de oposiciones de acuerdo con su formación y experiencia. En España, el perfil de educador social se encuentra regulado por el Real Decreto 870/2015, de 30 de octubre, por el que se establece la ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales de grado en educación social, y se fija el currículo del Grado en Educación Social. Según este decreto, el título de educador social habilita para el ejercicio de la función docente en enseñanzas de régimen especial de educación infantil y enseñanzas de régimen especial de educación especial, así como para el acceso a pruebas selectivas de ingreso a cuerpos y escuelas de formación del personal docente. Asimismo, el educador social puede optar a puestos de trabajo en el ámbito de la educación no formal, la inserción laboral, la atención a la infancia y la adolescencia, el voluntariado, el deporte o el ocio.

En cuanto a las oposiciones, el educador social puede presentarse a las de auxiliar de educación, en las que se valoran los conocimientos específicos en educación social y pedagogía. También puede optar a las oposiciones de maestro de educación infantil, en las que se requiere el título de licenciado en educación social, así como a las oposiciones de maestro de educación especial, en las que se valoran los conocimientos específicos en educación social y pedagogía. En ambos casos, el educador social deberá superar una serie de pruebas, tanto de carácter teórico como práctico.

Asimismo, el educador social puede optar a otras oposiciones de carácter general, como las de técnico superior de formación del personal docente, en las que se requiere el título de licenciado en educación social, o las de técnico superior de educación infantil, en las que se valoran los conocimientos específicos en educación social y pedagogía. También puede optar a las oposiciones de técnico superior de educación especial, en las que se requiere el título de licenciado en educación social, así como a las oposiciones de auxiliar de servicios sociales, en las que se valoran los conocimientos específicos en educación social y servicios sociales.

¿Qué oposiciones hay para educador social?

Para poder optar a un puesto de educador social, se debe superar un proceso de selección mediante oposición. En España, las oposiciones para educador social son un proceso competitivo y se rigen por el Real Decreto 818/2009, de 2 de julio, por el que se regulan las enseñanzas profesionales de grado medio y se establecen los correspondientes títulos. En la actualidad, para poder acceder a las listas de contratación de educadores sociales, se debe superar una oposición, aunque cada comunidad autónoma tiene establecido un proceso de selección propio. No obstante, todos ellos tienen en común que se trata de un proceso de selección mediante el cual se evalúan los conocimientos, aptitudes y actitudes de los aspirantes. Por lo general, el proceso de selección está compuesto por una fase de oposición y una fase de concurso. En la fase de oposición, los aspirantes deben superar una serie de pruebas escritas y orales, mientras que en la fase de concurso se evalúan aspectos como la experiencia profesional o los méritos académicos. En la actualidad, las oposiciones para educador social se encuentran en un proceso de reforma. De hecho, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ya ha anunciado que el nuevo proceso de selección se realizará íntegramente mediante concurso, de manera que se evaluarán únicamente los méritos académicos y profesionales de los aspirantes.

¿Cuánto cobra un educador social en una residencia?

Un educador social en una residencia puede cobrar entre 1.000 y 1.500 euros al mes. Esta profesión requiere de una titulación específica y estar en posesión de la certificación de aptitud pedagógica (CAP).

El principal objetivo de un educador social es el de facilitar el acceso a la formación y el empleo a personas en riesgo de exclusión social. Para ello, el educador social debe tener una amplia y variada formación en áreas como la psicología, la sociología, la educación, la economía o el derecho.

La jornada laboral de un educador social en una residencia suele ser de 40 horas semanales. No obstante, el educador social debe estar disponible para atender las necesidades de las personas a su cargo en cualquier momento del día o de la noche.

¿Qué hace un educador social en un instituto?

Los educadores sociales trabajan en institutos con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus alumnos. Su labor se centra en fomentar el bienestar y el aprendizaje de los jóvenes, así como en prevenir el abandono escolar. Para ello, realizan actividades de orientación, asesoramiento y tutoría. También promueven el desarrollo de la autonomía, la responsabilidad y la solidaridad entre los alumnos. Asimismo, colaboran con otras instituciones (como el Ayuntamiento, la Consellería de Educación o el Servicio de Orientación) para mejorar el funcionamiento del centro y atender las necesidades de los alumnos.

¿Cuántas vacaciones tiene un educador social?

Los educadores sociales trabajan en una variedad de settings, incluyendo escuelas, centros de atención temprana, hogares de cuidado infantil, centros de rehabilitación y programas de intervención temprana. A menudo, los educadores sociales también trabajan en agencias gubernamentales y no gubernamentales. Según el Bureau of Labor Statistics, el promedio de salario anual de un educador social es de $43,540.

En general, los educadores sociales tienen un horario de trabajo de 9 a 5. Sin embargo, debido a que muchos de los programas y servicios en los que trabajan los educadores sociales están disponibles las 24 horas del día, los educadores sociales a menudo tienen que hacer trabajo extra o trabajar en horas no regulares. En algunos casos, los educadores sociales también pueden tener que hacer trabajo de fin de semana o trabajo por la noche. Según el BLS, el porcentaje de educadores sociales que trabajan más de 40 horas a la semana es del 26 por ciento.

En cuanto a las vacaciones, la mayoría de los educadores sociales tienen un promedio de 10 días de vacaciones al año. Sin embargo, este número varía en función de la empresa para la que trabajan, la posición que ocupan y el nivel de experiencia que tienen. Algunos educadores sociales pueden tener vacaciones más largas o vacaciones pagadas, mientras que otros pueden tener vacaciones más cortas o vacaciones no pagadas. Según el BLS, el porcentaje de educadores sociales que tienen vacaciones pagadas es del 78 por ciento.